Son las 2. Otra vez. El sueño trata, pero no me alcanza. Veo series Suecas, ya vi todas las otras. Autómata. Inerme. En un viaje en pantalla, inútil. Pero aprendí a decir: Jag mår bra , estoy bien. Tres, cuatro. Riiing. Amanezco sin novedad, pero con sueño. Desayuno, lonchera, regañito cariñoso. Chamo, on the way to school . Lluvia pertinaz y la acera brilla, en un rato todas las basurillas flotarán calle abajo. La ilusión de la ciudadanía del primer mundo se disipa cuando la parafernalia estructural que soporta la ilusión, falla. En la ausencia de la barredora, el camión de la basura, el horario con amenaza, el conserje furibundo y la vecina solterona que lo emula y añora compartir sus tareas y su cama, el barrendero y los comerciantes afanados en sobrevivir, el muladar se asoma rapidito. Chien de chien . Me sonrío con malicia cuando el policía de tránsito le arruga la vida al tipo que se tardó cinco minutos en quitar su carro y el personaje de chaqueta de cuero sospechos